miércoles, 16 de mayo de 2012

ANTIGUEDAD





En los tiempos de las más antiguas pinturas chinas a tinta se estableció la tradición de paisajes “puros”, en los que la diminuta figura humana simplemente invita al observador a participar en la experiencia.
Del Antiguo Egipto se conservan algunas representaciones paisajísticas esquemáticas en las tumbas de los nobles, grabadas en relieve durante el Imperio Antiguo y pintadas al fresco en el imperio Nuevo, suelen enmarcar escenas de caza o ceremonias rituales.
En Pompeya y Herculano se han preservado frescos romanos de cuartos decorados con paisajes del siglo I a. C. En la antigüedad grecorromana, el paisaje se pinta como fondo o entorno para contextualizar unas escenas principales.



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